El Acuerdo Nacional continúa creciendo gracias al compromiso de ciudadanos, organizaciones y medios de comunicación que creen en la transparencia y la participación democrática. Estas son algunas cifras que reflejan su impacto hasta el momento.
Las oleadas de desinformación deliberada acompañadas, con frecuencia, de la proliferación de discursos de odio provocan un deterioro de la calidad de la deliberación pública. Este fenómeno resulta especialmente preocupante en contextos electorales, ya que, de ser efectivo, podría afectar la legitimidad de un proceso que es fundamental para el funcionamiento y la existencia misma de una sociedad democrática.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, sostiene que la libertad de pensamiento y de expresión constituye un bastión fundamental para el debate durante el proceso electoral, debido a que se transforma en una herramienta esencial para la formación de la opinión pública del electorado, fortalece la contienda política y se transforma en un auténtico instrumento de análisis de las plataformas políticas. En ese sentido, opta por una especial protección de la libertad de expresión en el debate político, considerando que es a partir de la diversidad de puntos de vista y del acceso a la información de calidad como se nutre la formación de la voluntad colectiva mediante el sufragio.
Sin embargo, ¿Cómo enfrentar el deterioro del debate público cuando los procesos democráticos están siendo importunados por altos niveles de desinformación deliberada
Es fundamental que los partidos políticos, como instituciones esenciales del sistema democrático, se abstengan de promover, por sí mismos o por medio de terceros, campañas de desinformación e insten a sus militantes y dirigentes a no contribuir con su propagación.
En toda sociedad democrática, es vital contar con un sistema de medios de comunicación comprometidos con un periodismo riguroso y de calidad, de la misma manera es esencial que la ciudadanía asuma un papel crítico y activo en la información electoral que recibe y no contribuya a propagar información no verificada.
Cada aporte, diálogo y encuentro entre instituciones, medios, academia y sociedad civil dio forma a un compromiso compartido: fortalecer el debate público con responsabilidad social, y garantizando la integridad de la información. Este acuerdo es, por tanto, más que un documento; un ejercicio de construcción cívica y plural por una cultura de paz, que demuestra que cuando distintos sectores se unen en torno a un propósito común, la democracia se renueva y se hace más fuerte.
El acuerdo nacional contra la desinformación y los discursos de odio en el marco de las elecciones nacionales 2026, es una iniciativa colectiva construida desde la colaboración entre la academia, organizaciones sociales, medios de comunicación, la sociedad civil y organismos internacionales comprometidos con la promoción de una cultura de paz, defensa de la democracia y la libertad de expresión.
El acuerdo nacional contra la desinformación y los discursos de odio en el marco de las elecciones nacionales 2026, es una iniciativa colectiva construida desde la colaboración entre la academia, organizaciones sociales, medios de comunicación, la sociedad civil y organismos internacionales comprometidos con la promoción de una cultura de paz, defensa de la democracia y la libertad de expresión.
Para dar seguimiento a este acuerdo se conformará un equipo de seguimiento ciudadano, integrado por Voces Nuestras, Mujeres por Costa Rica, el Instituto para el Desarrollo Democrático y la Competitividad (IDdeco CR), Punto y Aparte y el Centro de Investigación en Comunicación de la Universidad de Costa Rica, que son representantes de las organizaciones del grupo impulsor que han redactado y consolidado este acuerdo.
Este equipo de trabajo emitirá informes públicos respecto al acuerdo, su contenido y adhesiones, así como la promoción de buenas prácticas informativas y conceptos clave.
Una iniciativa para combatir la desinformación y el discurso de odio en las elecciones de Costa Rica 2026.